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Él llegó para leer
(1924)

Él llegó para leer. Abiertos están
unos cuantos libros. Historiadores y poetas.

Pero apenas había leído unos diez minutos,
que los dejó a un lado. Ahora duerme
sobre un diván. Ama mucho los libros,
pero tiene sólo veintitres años. Es hermoso.

Sin embargo, esta tarde el amor atravesó
su carne maravillosa, su boca.
A través de la belleza total
de su cuerpo pasó la fiebre de la voluptuosidad,
sin remordimientos ridículos por la forma de ese placer.

Constantine Petrou Cavafy (1863-1933)

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