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Buda Sakyamuni: "El dolor es inevitable"

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No Se Podía Hacer Nada El dolor estaba por todas partes. La gente en las esquinas de las calles rompía a llorar de repente. No podían evitarlo. En oscuros apartamentos, en coches estacionados, en mesas al borde de la carretera la gente lloraba. El perro junto a su dueño, el gato en el alféizar también lloraban. El rey y la reina habían muerto, y aunque tenían al príncipe, al primer ministro y a las estrellas de la gran pantalla, todo el mundo lloraba. Y el llanto seguía y seguía, y no podían detenerlo. Mark Strand (Prince Edward Islands, Canada 1934)

El presente es un mapa negro

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Mapas Negros Ni la presencia de las piedras, ni el viento que aplaude, te dejará saber si has llegado, ni el mar que únicamente celebra adioses, ni las montañas, ni las ciudades en su agonía. Nada te dirá adonde estás. Cada momento es un lugar en el que nunca has estado. Puedes caminar creyendo que irradias luz a tu alrededor. ¿Y cómo podrías saberlo? El presente siempre es oscuro. Sus mapas negros salidos de la nada son sólo descripción en su lento ascenso  hacia sí mismos, su propio viaje, su vacío, la desolada, atemperada necesidad de plenitud mientras se alzan al ser, son como aliento. Y si acaso se les estudia, sólo se descubre demasiado tarde, que aquello que interesaba ya no existe. En ninguno de ellos aparece tu casa, ni tus amigos esperando tu aparición, ni están tus enemigos enumerando tus faltas. Sólo estás tú allí, diciendo hola a aquello que serás, y una hierba negra sostiene la oscuridad estelar. Mark Strand (Pr

Limando mis uñas...

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Limando mis uñas Limando mis uñas en el jardín de Buda. Tres metros detrás de mi como lenta, inquieta agua, el rumor del tráfico crece y decrece, Un zendo medio caído atraviesa la alheña, concha segura. Como los últimos ojos del tigre, un mañanero rocío de cristal y oro inunda el césped. Entre la mirada del Buda y el cobertizo una fila india de hormigas. La abrupta llegada del petirrojo y el polen desprendido. Hoy todo se hace uno con el todo. El viento barre las hojas y nos envuelve. La luz se abandona a la sombra, la sombra a la luz. Charles Wright (Tenneesee, 1935)

Las vacas arden como letras de periódicos

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El cuarto Es una vieja historia como acontece alguna vez en invierno. Quien la oye se duerme. Las puertas de la infelicidad se abren, y la desdicha entra en el cuarto. Muerte al amanecer. Muerte al anochecer. Sus alas de madera abanican el aire, y grita el mundo su leche desnatada en sombras. Tenemos necesidad de finales sorpresivos: el verde prado donde las vacas arden como letras de periódico, donde los campesinos descansan mirando, donde nada, cuando sucede, es demasiado terrible. Mark Strand (1934, Prince Edward Island, Canada) 

Hart Crane, American Poet

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Al puente de Brooklyn Cuántos amaneceres el agitado río que en ondas descansa, las alas de las gaviotas se hundirán atravesándolo, esparciendo blancos círculos de rumor, erigiendo sobre la encadenada bahía las aguas de la libertad. Después su inclinación invisible olvida nuestros ojos, como una visión de veleros que caminan sobre alguna página del cuaderno de bitácora, hasta que los ascensores nos depositen en nuestro día... Pienso en las salas de cine, artificios panorámicos, gente embelesada ante una escena que seduce ocultando el sentido, a la que regresas siempre intuida por otros ojos en la misma pantalla. Y atraviesas el puerto a paso de plata, como si el sol caminara sobre ti, y aún así dejara algo de movimiento sin prodigarse en el tránsito: implícita vive en ti tu libertad. Desde alguna escotilla subterránea, buhardilla o celda, un demente se apresura hacia tus parapetos aturdido por momentos, el aire infla su camisa, la burla se percibe en la enmud

Una Vida Humana No Es Una Ganga

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un asunto de faldas ay, Merryman, un boxeador de los muelles, mató a un hombre cuando estaban descargando plátanos. bueno, el hombre al que mató le había sacudido primero por la espalda con una cadena de ancla (algún lío de faldas) y todos hicimos corro mientras Merryman se lo cargaba bajo un sol de justicia, lo estrangulaba hasta la muerte y lo echaba al mar. Merryman saltó a la dársena y se alejó caminando, nadie intento detenerlo. luego volvimos al trabajo y descargamos el resto de los plátanos. nunca comentamos nada sobre el asesinato entre ninguno de nosotros y nunca vi nada al respecto en los periódicos. aunque sí vi algunos de los plátanos tiempo después en los mercados: 1 kilo por 25 centavos, era toda una ganga Henry Charles Bukowski (1920-1994) Colección Visor de Poesía. Trad. Ciro Arbós

Al Otro Lado De La Valla

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MI MAESTRO ME DIO Mi maestro me dio lo que no necesito, me dijo lo que no necesito saber. A mitad de un sueño me llevó con cuidado a la cama. Me echó fuera cuando me arrastraba, me llevó dentro cuando estaba en casa. Me remitió a los grillos cuando tenía que cantar, y cuando intentaba estar solo, me ató a una congregación. Cerro sus puños y me machacó hasta su propia forma. Vomitó de asco cuando me hinché sin llenarme. Hundió sus dientes de tigre en todo lo que era mío, y yo me negaba a reconocer. A una increíble velocidad me llevó a través de los pinos hasta aquel reino donde yo ladraba como un perro, me deslizaba con sombras, y saltaba desde un punto de vista. Me dejó ser estudiante de un amor que nunca podré dar. Me permitió representar una amistad con mi mejor amigo. Cuando estuvo seguro de que yo no podría reformarme, me arrojó al otro lado de la valla de la Torá. Leonard Cohen (Montreal, 1934) Colección Visor de Poesía. Trad. Alberto Manzano Entrada dedicada a mi amigo

La Compasión Del Dr. Williams

Lamento Me llaman, y voy. Es un camino helado Después de la medianoche, un nevero Atrapado En los tiesos carriles. Se abre la puerta. Sonrío, entro y Me sacudo el frío. Hay una mujer corpulenta De costado en la cama. Está enferma, Acaso vomitando, Acaso esforzándose Para dar a luz A su décimo hijo. Alegría, alegría! La noche es un cuarto Oscurecido para amantes, A través de las persianas el sol Ha enviado una aguja dorada. Le aparto el pelo de los ojos, Y contemplo su dolor, Compadeciéndome. Williams Carlos Williams (Rutheford, NJ, 1883-1963)  

Fascinante simplismo

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Mi hijo (a la manera de Carlos Drummond de Andrade) Mi hijo, mi único hijo que no tuve, y que sería ya un hombre. Descarnando y sin nombre se mueve, a veces. Viene, y reclina su cabeza más liviana que el aire, sobre mi hombro. Y yo le pregunto: Hijo, dónde te hallas, dónde te ocultas. Y él me responde con un hálito frío: No lo advertías, aunque llamé. Llamé, y continuo llamando desde un lugar lejano. Más alla del amor adonde nada, todo, quiere nacer. Mark Strand (Prince Edward Islands,1934 Canada) Trad. Juan Sanchez Pelaez

Actores y espectadores

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Dejar las cosas intactas En un campo yo soy la ausencia de campo. Esto es siempre así. Donde sea que esté, yo soy lo que falta. Cuando camino parto el aire, y siempre el aire regresa a llenar los espacios donde ha estado mi cuerpo. Todos tenemos razones para movernos. Yo me muevo para dejar las cosas intactas.   Mark Strand (Prince Edward Islands, Canada, 1934)

Un poeta entrevistado hoy domingo en La Vanguardia

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(De la entrevista en el magazine del domingo 21-08-11 de La Vanguardia)   ... ¿Cómo es el lector de poesía? Personas que tienen la necesidad de ser creadores, de leer poesía, y de escribir. Se autodescriben como una inmensa minoría y hacen un esfuerzo, porque leer poesía implica ganas, voluntad y devoción. Es parte de esa minoría la que me obliga a demostrar mi dedicación, y la que me sorprende con su devoción cuando acude a mis recitales.... Niño perdido Me arrancaron del sol blanco, y me trajeron al sol negro, y me  hicieron dormir entre hileras de abrigos. Yo era un niño de ciudad perdido en el campo: una herida en la mano era todo lo que sabía de los sauces. ¿Puedes entender?. ¿Oyes el ancho bramar del viento contra el flanco de la vaca, y los grillos que corren por mis  mangas, los grillos llenos de noche como pequeños soles negros?. Inténtalo, yo también lo haré. Sólo este grito guarda mi corazón. Sólo este lamento. Me arrancaron del s

Tan sólo un verso o dos pueden validar (o inmortalizar) a un autor

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Un poema para mi hija se lo doy con la cuchara: papilla de pollo con fideos ciruelitas y un postre infantil. se lo doy con la cuchara y por el amor de Dios no le eches la culpa a la niña no le eches la culpa al gobierno no le eches la culpa a los jefes ni a las clases trabajadoras... méteselo en esa boquita como cera fundida. llama un amigo: -¿qué vas a hacer ahora, Hank? -¿qué demonios quieres decir con qué voy a   hacer? -me refiero a que ahora tienes una responsabilidad, tienes   que educar bien a esa cría. en vez de eso le doy de comer se lo introduzco con la cuchara ojala se haga con un sitio en Beverly Hills sin la menor necesidad de cobrar el paro en toda su vida y nunca tenga que venderse al mejor postor. y que nunca se enamore de un soldado o un asesino de cualquier clase. y ojala aprecie a Beethoven y Jelly Roll Morton y los vestidos bonitos. tiene una auténtica oportunidad: antes estaba el Fondo Teórico, y ahora está la Gran Socied

Otro poema temprano de un Poe cósmico

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Al- Aaraaf     (fragmento)             Oh, misteriosa estrella,             tú fuiste mi sueño             en una profunda noche de verano.             Tu  serás el motivo de mi poema.             Junto a este límpido arroyo,             de ti quiero escribir;             Entretanto desde tu lejanía             báñame en luz. Tu mundo no posee la escoria del nuestro, sino toda la belleza, todas las flores deseadas por nuestro amor, o que embellecen nuestros cenadores en alucinantes jardines, donde yacen todo el día doncellas soñadoras, mientras los plateados vientos de Circasia desfallecen en lechos violáceos. Poco... ¡oh!, muy poco en ti convive igual a lo que vemos aquí en nuestra Tierra; la belleza de los ojos es la más azul, la más falsaria y la más traicionera; en el aire más cautivador permanece el más triste y solemne sonido musical; si en ti viven destrozados corazones, tan en paz se va la alegría, que su eco sigue escuchándose como e

Poesía primeriza de un Poe veinteañero

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Guarda silencio Guarda silencio en esa soledad que es no estar solo, pues entonces los espíritus de la muerte que estuvieron en la vida antes que tú, están de nuevo en la muerte a tu alrededor, y su voluntad te subyugará: no te muevas. Edgar A. Poe (1819-1849)

Un verdadero poeta

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LO QUE DEBES SABER PARA SER UN POETA Todo lo que puedas tanto sobre animales como personas. Los nombres de árboles y flores y malas hierbas, nombres de estrellas y los movimientos de los planetas  y de la luna.  Percibir tus seis sentidos con una mente alerta y elegante.  Por lo menos una clase de magia tradicional: adivinación, astrología,  el libro de los cambios , el tarot, los sueños, los demonios de Maya y los resplandecientes dioses ilusorios.  Besar el culo del diablo y comer mierda, joder con tu verga peluda y rijosa, joder con la bruja y con los ángeles celestiales,  y las doncellas perfumadas y doradas.  Y luego claro, amar lo humano: esposas y amigos. Juegos infantiles, historietas, goma de mascar, y lo extraño de la televisión y los anuncios. Trabajar largas horas áridas de curro insípido y aceptado, aunque vivido y amado finalmente Agotamiento, hambre, descanso, la libertad loca de la danza, el éxtasis, el peligro real... la apuesta, el borde

Snyder, un Putlizer de poesía

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Heno para los caballos Manejó la mitad de la noche desde el sur de San Joaquín a través de Mariposa, surcando las rutas de Montaña Peligrosa, y estacionó a las ocho a.m. su gran camión cargado de heno                             detrás del granero. Con cabria y sogas y ganchos apilamos con cuidado los fardos encima de vigas de pino rojo astilladas en lo alto de la oscuridad; jirones de alfalfa giraban entre haces de luz escalonados; picaduras de polvo de heno en                    la camisa sudorosa y los zapatos. A la hora del almuerzo bajo roble negro afuera en el corral ardiente, y la vieja yegua olisqueando las vianderas, las langostas crujiendo entre los yuyos: "Tengo sesenta y ocho", dijo él, "la primera vez que cargué heno tenía diecisiete. Pensé en ese día que empezaba, que seguro iba a odiar hacerlo toda mi vida. Y me cago en la puta, eso terminé haciendo." (Del libro   Todas las palabras para decir roca ) Gary Snyder (San Fr

Recordando a Willy DeVille

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SOLO UN  PASEO  HASTA LA   CASA  DE ESA CHICA Es   la hora de cierre   en   esta   cafetería  de  ningún sitio. No hay   forma   en el   mundo  de  dejar   a esa chica. Dejarla escapar... No,   no puedo   explicar   exactamente lo   que me pasa. Puedo decir   que  hay un tío,   está muy cerca de élla, y élla sabe que eso, es algo más  que una   casualidad. Pero   no hay nada que   yo no   haría, no   hay nada   que   yo   no   haría, no   hay nada   que   yo   no   haría... sólo   caminar hasta la casa de esa  chica. Sólo   caminar ...   mmmmm. sólo   caminar hasta la casa de esa chica. Su   sonrisa   intermitente ,   los ojos  inquisitivos. Oh,   una   promesa   que   parece  con tener   todos   mis   sueños. Al final   se dio cuenta, soy incapaz de  ignorar,   hey, a   ese tipo que está   a su lado. Ahora   sé que   no   puede   ver lo   que   me está pasando, hay   una   expresión de su   rostro que   no   puede   ocultar. Pero   te digo,   que no hay nada  

La magia infinita de Kerouac

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Estribillo 1  Magia del Culo de la Ignorancia  Magia del Culo  Siempre a tope  Toda la luz  Viejas Ásperas Carreteras  Un Potente Hierro  Ruta principal Denver es lo mismo "El tipo que estaba con su tío  el gobernador de Wyoming "  "Por supuesto que me pagaron  Diez días  Dos semanas  Trabajo y comida" "Era un viejo ladrón de todos modos" La misma voz en el mismo barco  El Vehículo Supremo  SS Excalibur  Maynard  La línea principal  Merudvhaga  Inmersión de los Desaparecidos. ( De libro México City Blues) Jack Kerouac (Lowell, Mass. 1922-1969) Trad. Juan M. Pueyo

Escritos de 1963

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Señores de la guerra Vengan,   señores   de la   guerra. Ustedes   que construyen   las grandes armas. Ustedes   que construyen   los aviones   de la muerte. Ustedes   que construyen  las bombas devastadoras. Ustedes   que se escudan   tras sus muros . Ustedes   que se esconden   detrás de sus   escritorios. Sólo quiero   que sepan, que puedo   verles  más allá  de   sus   máscaras. Se   que nunca se puede   hacer   nada, pero cuando   construyen para destruir, entonces están jugando   con   mi   mundo como si fuera  su  juguete. Ustedes   ponen   una   pistola   en mi   mano, y luego cuando comienza la balacera desaparecen  de   mi vista, huyendo a toda prisa tan lejos como pueden . Al igual que   el Judas de antaño ustedes  mienten y engañan. Una   guerra   mundial  se puede ganar dicen. Y quieren   que me lo crea. Pero yo   veo   a través de  s us ojos, veo a   través de   sus   cerebros, del mismo modo que   veo   a l   agua desaparecer por   mi  retr