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Un poema de Robert Walser

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Dibujo de Walser por Cristoph Fisher                                                                  ¿No?... Acostado en mi cuarto, me atormentan Desgraciados recuerdos de lo mal Que lo he pasado siempre, y cómo sigo Obligado a pasarlo todavía. ¿Pero es que acaso hoy no brilla el sol?... Están todos los pobres de rodillas Postrados con sus grandes corazones y rostros Inquietos por el miedo. ¿Pero es que acaso hoy no brilla el sol?...                                Robert Walser(1879-1956) Terrible pregunta cargada de esperanza ante el enigma del devenir: sin embargo el sol sale para todos .

Cóncavas tardes en el laberinto borgiano

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                   EL LABERINTO Zeus no podría desatar las redes de piedra que me cercan. He olvidado los hombres que antes fui; sigo el odiado camino de monótonas paredes que es mi destino. Rectas galerías que se curvan en círculos secretos al cabo de los años. Parapetos que ha agrietado la usura de los días. En el pálido polvo he descifrado rastros que temo. El aire me ha traído en las cóncavas tardes un bramido, o el eco de un bramido desolado. Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte es fatigar las largas soledades que tejen y destejen este Hades; y ansiar mi sangre, y devorar mi muerte. Nos buscamos los dos. Ojala fuera éste el último día de la espera.                          Jorge L. Borges

El corazón atenazado de Gabirol

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Palacio de La Aljafería, construcción del periodo en el que más o menos escribió Gabirol este largo poema, que os voy traduciendo de la edición de la universidad de Princeton, cuyos errores espero disculpéis. (Extracto del poema "Abandonando Saraqusta" ) Dentro de la boca mi lengua Estalla contra el paladar. Mi garganta se reseca Ávida de súplica. Mi corazón es fuerte, Aunque mi mente se estremece en la confusión Por la aflicción permanente. Mi tristeza se agiganta, y no traerá El regalo del sueño a mis ojos. Durante cuánto tiempo arderá Como la brasa esta rabia en mi corazón... Quién podrá ayudarme, Y qué le diría sobre mi desesperación... Si alguien pudiese confortarme, Alguien misericordioso que tomase mi mano, Derramaría mi corazón ante él. Y entonces, Lograría fijar los límites de mi dolor, Y mi corazón se sentiría en verdad liberado.

El Gabirol indigente

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Extracto del poema "Abandonando Saraqusta" Tú que buscas mi paz, acércate y escucha el rugido de mi corazón, Es como el del mar infinito. Si tu corazón está endurecido, Se ablandará ante el odio que hay frente a mi. No puede decirse que estoy vivo, cuando conoces mi angustia: Es difícil vivir entre gente, cuya mano derecha no puede decir, Lo que hace la izquierda. Estoy enterrado vivo aunque no en un cementerio, Sino en el ataúd de mi propia casa. Padecen mi padre y mi madre: Indigente, joven y solo, Sin tan siquiera un hermano... Shlomo ibn Gabirol From Peter Cole, trans., Selected Poems of Solomon Ibn Gabirol  (Princeton, Princeton University Press, 2001).  Copyright © 2001 by Princeton University Pres

Ibn Gabirol, poeta adolescente

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( Manuscrito de Ibn Gabirol, de la Enciclopedia Aragonesa ) EL POETA DE DIECISEIS AÑOS Yo soy el príncipe, la canción Es mi esclava. Yo soy el timbre de voz De los cantores que la entonan: La majestad de la corona para un rey, Pequeña corona para el ministro. Tengo sólo dieciseis años, Pero mi corazón es sabio Como un poeta de ochenta. Shlomo ibn Gabirol From Jerome Rothenberg and Harris Lenowitz, eds., Exiled in the Word: Poems & Other Visions of the Jews from Tribal Times to the Present (Port Townsend, WA: Copper Canyon Press, 1989).  Copyright © 1978, 1989 by Jerome Rothenberg.  Reprinted by permission of the publisher and of Jerome Rothenber

Amarga desesperación de ibn Gabirol

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Extracto del poema "Abandonando Saraqusta" Si tu corazón se ha vuelto duro, Se ablandará con el odio que hay frente a mi. Estoy enterrado, Pero no en una tumba Sino en el ataúd de mi propia casa. Mezclo mi sangre con mis lágrimas Y mis lágrimas con mi vino. Soy tratado como un extraño, despreciado Como si estuviera atrapado entre ladrones y locos, Como si estuviera viviendo con avestruces, Que piensan que sus corazones se han vuelto sabios: A su juicio son gigantes, saltamontes al mío. Shlomo ibn Gabirol From Peter Cole, trans., Selected Poems of Solomon Ibn Gabirol  (Princeton, Princeton University Press, 2001).  Copyright © 2001 by Princeton University Press .

El pergamino de la tierra

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Con la tinta de sus lluvias, Con el azote de sus centelleantes relámpagos Y la mano de las nubes, El otoño escribió una carta Púrpura y azul en el jardín: Ningún artista podría concebir nunca algo así. Y luego la tierra, Envidiosa de los cielos, Dibujó estrellas en los confines de los lechos. Shlomo ibn Gabirol Desde que descubrí a este ibn Gabirol, el increible poeta judío que firmaba "al-malaqui", o sea, el malagueño, o "el boquerón", que diríamos hoy, aunque crecido y educado en la Saraqusta musulmana de comienzos del milenio pasado, me tiene fascinado, pero quizás más propio sería decir obsesionado. Busco y rebusco con fruición su poesía en toda la red: en páginas, en blogs... donde sea, y cuando hallo algo, nunca me defrauda. Nunca, al contrario, renueva mi capacidad de asombro. Este poemita cayó en mis manos desde una página de una universidad inglesa, y me he permitido