El cuerpo es para el placer, la mente para la felicidad
Un renunciante muy peculiar
Vacana de los galgos
Nueve galgos sueltos
persiguen a una liebre.
Los deseos del cuerpo gritan:
¡Soltad, soltad!.
¡Soltad, soltad!, gritan
los deseos de la mente.
¿Llegará hasta ti mi corazón,
oh Señor de los ríos encontrados,
antes que los galgos del deseo
la alcancen y la atrapen?
Basavanna (Siglo XII)
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