El corazón sigue sollozando en su sueño (E.Dickinson)




Hubiera matado de hambre a un mosquito

Hubiera matado de hambre a un mosquito,
vivir tan estrechamente como yo;
pero yo era sólo un ser humano vivo
necesitado de alimento.

Pesaba sobre mi como una garra
que no me soltaba,
como una sanguijuela que no se desprende,
como un dragón inmutable.

Como el mosquito yo no tenía
el privilegio de volar,
y buscar comida;
Entonces, ¿cuánto más poderosa era yo?.

Yo tampoco tenía ese arte
que versa sobre el vidrio de la ventana:
impulsar mi pequeño ser hacia afuera,
y nunca más comenzar de nuevo.

Emily Dickinson (Amherst, Mass, 1830-1886)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Déjonos harto consuelo su memoria

Qué Se Hicieron Las Damas Sus Tocados Y Vestidos, Sus Olores

Nuestras vidas son los ríos