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El poeta desdeñado por su tiempo, que la eternidad adoró.

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A las Parcas Un verano y un otoño más os pido, oh poderosas, para que pueda madurar mi canto, y así saciado en tan dulce juego, mi corazón se acerque al final. El alma aquí tan frustrada, no hallará reposo ni en el Orco, pero si logro plasmar lo más amado y sacrosanto para mi por encima de todo: la Poesía... Bienvenido seré entonces al silencio del mundo de las sombras. Estaré colmado, aunque mi voz quede en el umbral. Al menos un día habré vivido como los dioses. Y eso es bastante. Friedrich Hölderlin (1770-1843)

Ante la temida presencia del vacío

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         La vida Como cuando el sol enciende algún rincón de la tierra, su pobreza la redime, con risas verdes lo llena. Así tu presencia viene sobre mi existencia oscura a exaltarla, para darle esplendor, gozo, hermosura. Pero también tú te pones lo mismo que el sol, y crecen en torno mío sombras de soledad,vejez, muerte. Luis Cernuda (1902-1963)

La sencillez del poeta-monje

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                   Forma en torno La ventana me ofrece el cuadro sumo:            un trozo de enmarcada realidad que no aíslo, pero asumo            completa en la mirada. Aire libre y luz libre lucen dentro            del íntimo recinto, que delimita un silencioso centro:            rumor de fuera extinto. Esas columnas grises: puro el arco,            capitel sin empaque, brindan estilo, para que me aplaque            su lujo el cielo zarco. Se serena la hora entre estos muros,            que acogen a los días, como si fuesen ápices maduros            de nuestras energías. Pájaro en vuelo. Las ventanas            oponen sus cristales. Me edifica este patio. Sus mañanas            se me ahondan, cabales. Jorge Guillen (1893-1984)

Cervantes y Forges, dos bromistas incombustibles

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Diálogo entre Babieca y Rocinante ¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?. Porque nunca se come, y se trabaja. ¿Pues qué es de la cebada y de la paja?. No me deja mi amo ni un bocado. Ande, señor, que estáis muy mal criado, pues vuestra lengua de asno al amo ultraja. Asno es; de la cuna a la mortaja. Quereislo ver, miradlo enamorado . ¿Es necedad amar?  No, es gran prudencia . Metafísico estáis. Es que no como . Quejaos del escudero. No es bastante, cómo me he de quejar en mi dolencia, si el amo y el escudero, o mayordomo, son tan rocines como Rocinante. Miguel de Cervantes Saavedra Soneto inserto en el prólogo de la primera edición del Ingenioso Hidaldo

Las cárceles del dictador Franco

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En el castillo de Luna (Fragmento) Y los años en la cárcel como un tajo dividiendo aquellos y estos momentos de buen sol primaveral son un boquete en el alma, que no puedes tapar nunca; una mina de amargura y espantosa realidad. Siete mil trescientos días uno por uno vividos con sus noches, confundidos en una sola visión, donde se juntan el hambre y el mal olor de las mantas y el frío de las madrugadas y el frío en el corazón. Ahora vuelve a la vida, y a ser libre, si es que puedes; aunque es tarde, y no te queden esperanzas por cumplir. Siempre se obstina en ser dulce, en merecer ser vivida de alguna manera mínima la vida en nuestro país. Serás uno más. Perdido, viviendo de algún trabajo deprimente y mal pagado, soñando con algo mejor que no llega. Quizás entonces comprendas que no estás solo, que nuestra España de todos se parece a una prisión. Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

Para mi gusto posiblemente el mejor poema escrito nunca

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Constantine Petrou Cavafy            Itaca Cuando salgas hacia la lejana Itaca desea con fervor que el viaje sea largo, lleno de aventuras y conocimiento. De los Laestregones y los Cyclopes, del furioso Poseidón no tengas miedo; ni repararás en ellos, si tus pensamientos permanecen en calma todo el tiempo, si manejas tus emociones y las seleccionas adecuadamente. Ni Laestregones, ni Cyclopes, ni incluso con el fiero Poseidón tropezarás jamás, si no los llevas dentro de tu alma, si no es tu alma, quien los pone frente a ti. Desea con fervor que el viaje sea largo, que sean numerosas las madrugadas de verano que, lleno de placer y deleite, lances el ancla en puertos que tus ojos nunca vieron. Te detendrás también en los populosos mercados fenicios, y harás buena provisión de la mejor mercancía: coral y madreperla; ébano y ámbar y voluptuosos perfumes de todas clases en abundantes cantidades. Entrarás en muchas ciudades del Nilo, y allí aprenderás de los q

El fatalismo griego

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El emperador Juliano en el ágora. Edward Armitage (1875) Juliano ve el desprecio "Observad ahora, el desprecio hacia los dioses que existe entre nosotros", dijo solemnemente. Desprecio. Pero qué esperaba. Organizó la religión a su antojo, escribió sobre el gran sacerdote de la Galia como quiso, y sobre otros correligionarios suyos incitándoles, dándoles instrucciones. Sus amigos no eran cristianos; tenía la certeza. Pero aún y así ellos no podían actuar como él lo hizo (criado y educado como cristiano) en un nuevo sistema religioso absurdo, tanto en su teoría como en su aplicación. Ellos eran, después de todo, griegos. Nada relevante, Augusto. Constantine Petrou Cavafy Edición de George Savidis. Princeton University Press.1992 Trad. al inglés: Edmund Keele/Philip Sherrad Trad.: Juan M. Pueyo