Casa solariega



Nunca había encontrado la manida denominación más apropiada que para este caserón de Orante (Huesca); fascinación y grato asombro en esta mañana decembrina de sol y nieve.
A los canteros les importaba un pito la ortografía..., además, no les hacía falta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Déjonos harto consuelo su memoria

Abenamar, Abenamar...

Teoría fija y significante simbólico