La edad de las eras y los nidos para otros *




Aquellos tiempos

Yo nací -perdonadme- en la edad de la pérgola y el tenis
                                                     Jaime Gil de Biedma

Como todos los días, antes de que amanezca,
cojo el coche y me voy a nadar.
Está lloviendo y hace frío, avanzo
rodeado por la danza de otros faros
tras el velo de lluvia de las calles.

Llego al aparcamiento entre las pistas
y las piscinas, cuando ya amanece.
Bajo del coche, y veo en el suelo
la pelota de tenis recubierta
de suave lana y empapada de agua.
Una amarilla, enorme perla
sobre los adoquines que relucen,
duros y barnizados por la lluvia.

Me sorprende un recuerdo. Viene de los azules
cielos de una miseria grisácea y afectuosa,
sin pérgolas ni tenis. Qué alegría
si yo hubiese encontrado esa pelota,
tan suntuosa entonces para mi,
tan humillada ahora por la lluvia.

Mi soledad, lo mismo que la suya
ha perdido hace tiempo su prestigio.
Veo sobre el suelo del aparcamiento
todo lo que he amado, y no podré
salvar nunca del frío y de la lluvia.

Joan Margarit (Sanüja, 1938)


*A mi también parecían suntuosas las pelotas de tenis durante mi infancia, yo tampoco corrí de niño por jardines con pérgolas y pistas de tenis. A falta de tales cosas a mis amigos y a mi nos apasionaba jugar en las eras de trilla, y coger nidos de pájaros.

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