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Jorge Guillen, la más fiel tradición góngorina

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            Vuelta a empezar Está lloviendo aún de los llovidos Castaños, y la gota de la hierba Compone un globo terso, que conserva La oculta libertad de los olvidos. Pájaros impacientes en los nidos Se aventuran por esa fronda aún sierva Del agua celestial. Ay...sigue acerba La tarde en los balcones prometidos. Tanto gris se demora en una pausa, Donde el mundo coincide con el tedio, Resignado a esperar que todo pase. ¡No! Del propio vacío mientras causa Mi desazón, resurge el fiel asedio: Al encanto inmortal la nueva frase.                              Jorge Guillen (1893-1984) Para mi gusto el mejor soneto escrito en el idioma español, de todos que he alcanzado a leer hasta ahora.

Cementerio marino I

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             Cementerio marino                                                          I Este tejado tranquilo adonde van las palomas; entre los pinos palpita el Mediodía, entre las tumbas, justo allí vestido de fuego. El mar, el mar, siempre volviendo a empezar... o la recompensa después de un pensamiento: una larga mirada sobre la calma de los dioses.                               II Qué puro trabajo de fino resplandor consume tantos diamantes en la imperceptible espuma, y qué paz parece concebirse, cuando sobre el abismo el sol reposa. Obras puras de una causa eterna: el Tiempo centellea, y el Sueño es saber.                              III Estable tesoro, simple templo a Minerva. Masa de calma y visible reserva, agua parpadeante, ojo que guardas en ti tanto sueño bajo un velo de llamas. Oh mi silencio...edificio en el alma, pero coronado de oro las mil tejas, Tejado.                             IV Templo del Tiempo que un suspiro cifra; a ese pun

Yeats: Canto al amor verdadero...y huido

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Cuando estés vieja y gris y somnolienta Cuando estés vieja y gris y somnolienta y cabeceando ante la chimenea, toma este libro. Léelo lentamente, y sueña con la suave mirada y las sombras profundas, que antes tenían tus ojos. Cuántos amaron tus momentos de alegre gracia, y con falso amor o de verdad cantaron tu belleza; pero sólo un hombre te amó por tu alma peregrina, y amó los sufrimientos de tu anhelante cara. E inclinada ante las refulgentes brasas murmura un poco triste, cómo escapó el amor, y anduvo por la cima de altas montañas, y entre un montón de estrellas ocultó su rostro.                              William Butler Yeats (1865-1939) Trad. Nicolas Suescún

Ruben Dario: el eterno reproche al vecino del Norte

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Presidente USA Theodore Roosevelt        A Roosevelt (Fragmento) Es con voz de la Biblia o verso de Whitman, como habría que llegar hasta tí, Cazador. Primitivo y moderno; sencillo y complicado, con algo de Washington y cuatro de Nemrod. Eres los Estados Unidos, eres el futuro invasor de la América ingenua, que tiene sangre indígena, que aún reza a Jesucristo, y habla en español. Eres soberbio y fuerte ejemplar de tu raza; eres culto y hábil, te opones a Tolstoy. Y domando caballos o asesinando tigres eres un Alejandro-Nabucodonosor. Eres un profesor de Energía, como dicen los locos de hoy. Crees que la vida es incendio, y el progreso erupción, y que adonde pones la bala, el porvenir pones. No.                                      RUBEN DARIO (1867-1916)

Huidobro, el fino aristócrata chileno

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                             Arte poética Que el verso sea  como una llave, que abra mil puertas. Una hoja cae, algo pasa volando, cuanto miren los ojos creado sea, y el alma del oyente quede temblando. Inventa nuevos mundos, y cuida la palabra, el adjetivo cuando no da vida, mata. Estamos en el mundo del verso. El músculo cuelga como recuerdo en los museos, mas no por eso tenemos menos fuerza: el vigor verdadero reside en la cabeza. Por qué cantáis la rosa, oh poetas. ¡Hacedla florecer en el poema! Sólo para vosotros viven todas las cosas bajo el sol. El poeta es un pequeño dios.                                Vicente Huidobro (1893-1948)

Miquel Martí i Pol: un intenso aroma mediterráneo

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El poeta Martí i Pol Descubristeis que en un sólo instante Descubristeis que en un sólo instante, puede amarse como en toda una vida. Descubristeis el gozo como una isla desconocida, que puede aparecer ante la proa de la nave, que os lleva una mañana ignorada por una ruta antiquísima. Lanzaos ardientemente entonces a la locura de amaros, ahora que vuestro cuerpo es ágil, y haced trizas el ánfora, que conservaba el viejo perfume, para aspirar de un único golpe toda su intensidad dominadora, y quién sabe, si morir después de la prueba.                 Miquel Martí i Pol (1929-2003) Del libro "Palabras al viento" Trad. Adolfo García Ortega

T.S. Eliot, el estadounidense más inglés

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                         Muerte por agua Flebos el Fenicio, que murió hace quince días, olvidó el chillido de las gaviotas y el hondo mar henchido y las ganancias y las pérdidas.                           Una corriente submarina recogió sus huesos susurrando. Cayendo y levantándose, remontó hasta los días de su juventud, y entró en el remolino.                            Pagano o judío, oh tú, que giras el timón, y miras a barlovento, piensa en Flebos, que otrora fue bello y tan alto como tú.                                    Thomas S. Eliot (1888-1965) Trad. de Agustí Bartra