Entradas

Hölderlin: expresión de la banalidad del famoseo a la alemana

Imagen
EL APLAUSO DE LOS HOMBRES ¿Acaso no está mi corazón más inclinado hacia la bondad,       Más imbuido en la belleza de la vida,           Desde que estoy enamorado? ¿Por qué gustaba más,              Cuando era orgulloso y salvaje,                 Y me llenaba de palabras vacías? Pues sí, a la masa le gusta lo que vende      En el mercado; nadie mejor que un esclavo         Aprecia la violencia de los hombres.            Sólo aquellos que son ellos mismos,                  Se transforman en semidioses, que creen en los dioses.                          FRIEDRICH HÖLDERLIN (1770-1843) Trad. del inglés Juan Pueyo

El noble, la reina y el poeta

Imagen
Una dedicatoria del Bardo a su mecenas.                                     SONETO 116 Quiero pensar que el enlace entre dos almas, que se aman, no admite impedimentos. No es Amor, el amor que cambia, cuando un cambio acontece, o que se adapta con la distancia, a distanciarse. ¡No!. Amor es un faro eternamente fijo, que desafía las tempestades sin desfallecer nunca; es la estrella para todo barco sin rumbo, cuyo valor se desconoce, aún viéndola en la altura. No es Amor bufón del Tiempo, aunque los rosados labios y mejillas de corva guadaña sigan; el amor no varía en la brevedad de las horas y semanas, sino que se afianza incluso frente a la adversidad. Si esto es erróneo o falso, y se me puede probar, yo nunca escribí nada y nadie nunca amó.                                        W. SHAKESPEARE (1564-1616) El Earl de Southampton era un mecenas y amigo de Shakespeare, y decidió casarse con la chica de siempre, la que lo volvía loco de amor, para lo cual solici

Góngora: La mala leche del clérigo oscuro y el cortesano pelota

Imagen
Un detalle de la genuina, secular y muy española mala folla: un Quevedo mezquino y enriquecido haciéndole la rosca al Duque de Lerma, compró la casa donde vivía el muy pobre curita Góngora, y en cuanto el clérigo triste se quedó limpio como una patena, aquel perlas de la lengua castellana lo factura para Córdoba en packexpres. Eso es una buena enemistad. Y al infortunado andaluz  no le quedó otra que el talento, la palabra y la mala uva.   Jura Pisuerga a fe de caballero, Que de vergüenza corre colorado Sólo de ver que de Esgueva acompañado, Ha de entrar a besar la mano a Duero. Es sucio Esgueva para compañero (culpa de la mujer de algún privado) Y perezoso para dalle al lado, Y así ha corrido siempre muy trasero. Llegados a la puente de Simancas, Teme Pisuerga, que una estrecha puente Temella puede el mar sin cobardía. No se le da a Esguevilla cuatro blancas; Mas qué mucho si pasa su corriente Por más estrechos ojos cada día.                                                        

William Carlos Williams: "No hay ideas sino en las cosas"

Imagen
El Dr. Williams CONSAGRACIÓN DE UN PEDAZO DE TIERRA Este pedazo de tierra frente a las aguas de esta ensenada consagra la viviente presencia de Emily Dickinson Wellcome, que nació en Inglaterra; se casó y perdió a su marido, y se embarcó en un navío de dos mástiles rumbo a Nueva York; fue aventada a las Azores, encalló en los bancos de la Isla de Fuego; en una casa de huéspedes de Brooklin encontró a su segundo marido, y se fue con él a Puerto Rico; parió otros tres hijos, después perdió a su segundo marido, y vivió trabajosamente ocho años en Santo Tomás y Santo Domingo; siguió a su hijo mayor a Nueva York, perdió a su hija y a su "nene"; recogió a los chicos del hijo mayor de su segundo matrimonio, y los crió; quedaron huérfanos, peleó por ellos con la otra abuela y las tías, los trajo aquí verano tras verano, y aquí se defendió contra pícaros, tormentas, sol y fuego, contra las moscas, contra las muchachas que venían a husmear, contra la s

Las cárceles del alma de Blas de Otero

Imagen
                   AIRE LIBRE Si algo me gusta es vivir. Ver mi cuerpo en la calle, hablar contigo como un camarada, mirar escaparates y, sobretodo, sonreír de lejos a los árboles... También me gustan los camiones grises y muchísimo más los elefantes. Besar tus pechos, echarme en tu regazo y despeinarte, tragar agua de mar como cerveza amarga, espumosa... Todo lo que sea salir de casa, estornudar de tarde en tarde, escupir contra el cielo de los tundras y las medallas de los similares; salir de esta espaciosa y triste cárcel, aligerar los ríos y los soles. Salir, salir al aire libre, al aire.                                BLAS DE OTERO (1916-1979)

Miguel Labordeta, el poeta ciudadano mundial

Imagen
Dibujo de Miguel Labordeta por J.L.Cano Lo reconocimos. Era él. El hombre. El conductor de Juventudes. Nos habló con una suave sencillez de trigo germinado. Revivimos en su faz varonil el destino de las montañas en primavera y la alegría del marino ante el presagio de una tierra amada. Había sentido el vértigo que hunde el corazón en la soledad sin cauces. Atormentados signos, entristecidas pasiones fueron durante dolorosos días sus secretas amigas. Mas ahora, ya libre del círculo mortal de los deseos; el Anunciador, sonriendo ante sus cachorros como un sereno dios en la mañana, nos dio su señal: ¡Amistad! Y más tarde, mirando el horizonte con voz ronca, clamó: "Está abierta la puerta, es el comienzo de una juvenil canción sobre la Tierra". Nos fuimos dispersando en silencio. En cada pecho nuestro tremolaba a los vientos la bandera mundial.                               MIGUEL LABORDETA (1921-1969) Del libro "La escasa merienda de los

Pessoa: Antes y despues, noche; en medio, la vida

Imagen
Si después de morir quisieran escribir mi biografía, No hay nada más sencillo. Tiene sólo dos fechas: La de mi nacimiento y la de mi muerte. Entre una y otra, todos los días son míos. (Fernando Pessoa/Alberto Caeiro; Poemas Inconjuntos; Escrito entre 1913-15 LA ROSA DEL JARDIN DE ADONIS La rosa del jardín de Adonis    Es la que amo, Lidia; esa rosa efímera        Que el mismo día de su nacimiento,             En ese mismo día muere. La luz es eterna para ella,    Pues nace con el sol, y se acaba        Antes de que Apolo, pudiera incluso iniciar             Su trayectoria visible. Como ella déjanos hacer de nuestra vida un día.    Voluntariamente, Lidia, desconociendo         Que existe la noche antes y después:             El poquito que perduramos. Fernando Pessoa/Ricardo Reis (11.7.14) Versión de Rafael Diaz Borbón                        FERNANDO PESSOA (1888-1935)