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El elogio más bonito para Messi vino de Italia

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Tras la asombrosa noche futbolística vivida en La Romareda, durante el partido de Liga del FC Barcelona contra el Real Zaragoza, quedamos  ahítos  de espectáculo balompédico, fueron dos horas magnéticas que nos regaló el jugador argentino del Barça vestido de Dios, este singular poeta rioplatense que escribe con los pies y un balón como los propios ángeles celestiales, devas y sidhas; después cayó sobre él un merecidísimo aluvión de alabanzas y loas de todas las partes del mundo mundial. Hubo algunas como una de su compatriota Angel Cappa, el técnico de Bahía Blanca, escrita con estiloso garbo e innegable valor literario y futbolístico por su sapienza técnica, como no puede esperarse menos de alguien, tan bien leído como cargado de racionalidad y sincera pasión por este estilo de juego que tiene sus orígenes en los potreros de la Argentina; otras en la propia España procedente de una persona llena de bonhomía y cordura, amén de fiel lector tanto de prosa y como poesía, como es