Oh, tú que habitas...
Pregunta Bienvenida la caída Del ojo a su refugio. Bienvenida la sangre Que inflama en anárquica carrera. Una lengua para la aridez del alma Y otra para el rapto por la savia del delirio. Oh, tú que habitas En el hueco de mi pecho… Quién acompañará a mis muertos Esta noche antes del alba Hacia las colinas de la luz. Y quién de algo me hará entrega, Ante una travesía que refulgente se anuncia. Muhammed Bennis (Fes, 1948)