El día del esplendor


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Llegó un día

Llegó un día, hubo un día -un día en que un hombre
caminaba vivo entre las formas del pensamiento,
para ver su esplendor tal cual es,

y en armonioso prodigio ser
por un momento, concibiendo su pasaje hacia un tiempo
que él mismo percibió inmóvil, perenne.

Menos tiempo que espacio, menos espacio que pensamiento,
y en substancia, una semejanza a la tierra,
que por parecido, vibraba pensamiento tras pensamiento.

Liberando una melodía abismal,
un encuentro, una emergente luz,
un deslumbramiento de recuerdo y de mirada.

Wallace Stevens (Pennsylvania, 1879-1955) 
Las Auroras de Otoño. Visor de Poesía. Trad. Jenaro Talens

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