Buda Sakyamuni: "El dolor es inevitable"



No Se Podía Hacer Nada

El dolor estaba por todas partes. La gente en las esquinas de las calles rompía a llorar de repente. No podían evitarlo. En oscuros apartamentos, en coches estacionados, en mesas al borde de la carretera la gente lloraba. El perro junto a su dueño, el gato en el alféizar también lloraban. El rey y la reina habían muerto, y aunque tenían al príncipe, al primer ministro y a las estrellas de la gran pantalla, todo el mundo lloraba. Y el llanto seguía y seguía, y no podían detenerlo.

Mark Strand (Prince Edward Islands, Canada 1934)

Comentarios

Cabrónidas ha dicho que…
Pero si siempre que muere un monarca es motivo de alegría. Quiero pensar que lloraban de dicha.

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