Like a rolling stone




Como una piedra rodante


En otros tiempos cuando vestías tan elegante,
tirabas diez céntimos a los vagabundos desde tu mundo de lujo.  

¿No lo hacías?...
La gente te decía: "Ten cuidado, muñeca, puedes caer".
Creías que se burlaban de tí,
y tú solías reírte de los colgados. 
Ahora no hablas tan alto,
ahora no pareces tan orgullosa,
cuando necesitas pedir para tu próxima comida.


Qué se siente, qué se siente,
al estar sin un hogar,
como un completo desconocido,
como una piedra rodante.


Has ido a los mejores colegios, señorita solitaria,
y allí aprendiste a tener buen juicio, 

pero nunca nadie te enseñó cómo vivir en la calle,
y ahora descubres, que vas a tener que acostumbrarte a ello.
Decías que nunca te comprometerías
con los misteriosos mendigos, pero ahora  te das cuenta,
que ellos no te venden ninguna excusa,
mientras observas el vacío de la cuenca de sus ojos,
y les preguntas: "¿Quieres hacer un trato?".


Qué se siente, qué se siente (estribillo)


Nunca te dignaste mirar a los malabaristas y payasos,
cuando ellos hacían juegos y trucos para ti. 

Nunca comprendiste que eso no era bueno.
No debiste permitir que otra gente les diera palos.
Solías andar por ahí en caballos de cromos con tu diplomático,
que llevaba en el hombro un gato siamés. 

Fue duro cuando comprobaste, 
que en realidad sólo estaba contigo,
para sacarte todo cuanto pudiese.


Qué se siente, qué se siente (estribillo)


Princesa en la cumbre. Con toda esa gente elegante
bebiendo y pensando que lo han conseguido, que han triunfado,
intercambiando preciosos regalos y cosas bonitas.

Ahora deberás coger tu anillo de diamantes y empeñarlo, cariño. 
Solías ser tan divertida con el Napoleón en harapos. 
Te gustaba tanto su lenguaje. Vete con él ahora. 
Te llama, no puedes negarte.
Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder,
eres invisible entonces, no hay secretos que ocultar.

Qué se siente, qué se siente (estribillo)



Bob Dylan (Duluth, Minnesotta, 1941)
Trad.  Juan M. Pueyo

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