Góngora: La mala leche del clérigo oscuro y el cortesano pelota
Un detalle de la genuina, secular y muy española mala folla: un Quevedo mezquino y enriquecido haciéndole la rosca al Duque de Lerma, compró la casa donde vivía el muy pobre curita Góngora, y en cuanto el clérigo triste se quedó limpio como una patena, aquel perlas de la lengua castellana lo factura para Córdoba en packexpres. Eso es una buena enemistad. Y al infortunado andaluz no le quedó otra que el talento, la palabra y la mala uva.
Jura Pisuerga a fe de caballero,
Que de vergüenza corre colorado
Sólo de ver que de Esgueva acompañado,
Ha de entrar a besar la mano a Duero.
Es sucio Esgueva para compañero
(culpa de la mujer de algún privado)
Y perezoso para dalle al lado,
Y así ha corrido siempre muy trasero.
Llegados a la puente de Simancas,
Teme Pisuerga, que una estrecha puente
Temella puede el mar sin cobardía.
No se le da a Esguevilla cuatro blancas;
Mas qué mucho si pasa su corriente
Por más estrechos ojos cada día.
Luis de Góngora (1561-1627)
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