La Europa que viene

"El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra", sentencia la voz popular. Tal vez lo hace animado por la arrogancia derivada de su capacidad racional. Hemos oído esta cantinela muchísimas veces. Tantas que su profundidad reflexiva puede quedar reducida casi a la nada. Pero es así, el ser humano banaliza hasta la nausea todo cuanto manosea, sin ningún pudor. Y por qué somos tan superficiales, dónde esta la razón de tan nefasto defecto, cuál podría ser el origen de esa inveterada capacidad humana para la trivialización de las cuestiones cruciales. Se me ocurre que una de ellas podría ser la prepotencia humana ante esa facultad de raciocinio que no poseen los animales, pero también hay otras razones que se pueden argüir, aunque ahora no sea el momento.
El resultado de las elecciones al Parlamento Europeo de ayer nos dan un triste ejemplo, nítido y preocupante a la vez, sobre el encierro irreflexivo del ciudadano europeo en su burgo de cristal y privilegio: aumento en general del centro derecha (increible, ha ganado la opción ideológica que ha provocado el colapso de la economía mundial). También vemos el retroceso de una socialdemocracia inoperante y sin visión de futuro, en algunos casos como el Reino Unido, un varapalo preocupante; y cómo no, "alegre" victoria del seudofascista invencible Berlusconi en Italia; y luego, observamos perplejos un significativo aumento, y aquí viene el serio temor, de la extrema derecha xenófoba, racista, violenta e históricamente nefasta en Austria, Dinamarca, Hungría, Holanda y Reino Unido. Uno de cada seis eurodiputados es ultraderechista y no cree en la Europa unida: panorama sombrío, temible, porque cada vez son más los paises donde gana adeptos esa venenosa doctrina, frívolamente jaleada. Y puede que estemos asistiendo impávidos, sin remisión, a frustración que supone el regreso a la Europa medieval del burgo: soberbia, envanecida y encerrada en si misma; un retorno a la Europa prehistórica del castro, la tribu y la cueva, desguarnecida de los valores humanistas que honrosamente han jalonado su Historia.
El por qué de esta deriva en la mentalidad europea es algo inasible a una comprensión razonable, entonces a qué es achacable: la falta de un liderazgo sólido y convincente podría ser, esos políticos mediocres que la gestionan, la enrevesada maquinaria burocrática tan excesiva, una prensa ávida de poder, manipuladora y falsaria, la codicia de la gran banca, el egoismo hedonista ciudadano como fín último, un horror a la cultura del esfuerzo personal y la solidaridad... cualquier cosa imaginable, pero una deriva fatal que nos puede llevar a un futuro lleno de negros nubarrones y atávicos miedos.
¿Recuerda alguien que el partido de los nazis alemanes en el siglo pasado, fue elevado al poder por un viejo y cansado Hindenburg como fuerza política marginal, manipulable e irrelevante? ¿Es mera coincidencia asimismo la crisis del 29 con la situación económica actual? Malos tiempos para Europa.

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