Las Blancas Mañanas de Cartirana

En estas mañanas invernales cubiertas por la persistente nieve, tu esperanza se aviva cuando atisbas cualquier rayo de sol batiendo el cobre por romper el ferreo envoltorio de compactas nubes que asola el ambiente. Por tímido y débil que pueda ser, confias ciegamente en su victoria, y en que derrame sin pérdida de tiempo la calidez aliviadora de su caricia. Muy pronto compruebas la evidencia de su impotencia, y es entonces cuando surge de tu corazón la temida desolación blanca.

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