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Mostrando entradas de diciembre, 2008

Ascetismo y misticismo

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Desde hace muchos me ha intrigado cúal es la razón por la que todas las religiones, desde tiempos inmemoriales, acostumbran a construir sus centros de veneración en sitios de altura, promontorios desde los que se abarca amplias vistas. Debe haber algún motivo superior, elevado, místico..., no se, tal vez facilitar la proximidad con el Ser Superior. Porque levantar edificios como el de la foto, del siglo XII o XIII, constituía poco menos que los trabajos de Hércules, ciclópeos, además de un esfuerzo y sacrificio casi inhumano. ¿ Puede pensarse acaso que aquellos crédulos cristianos medievales no expiaban pecados y desmanes mediante tan fenomenal y catártica tarea, tal cual era levantar esos edificios piedra a piedra en promontorios? Y seguramente, con una dieta muy ascética.

Muerte prematura

Siempre pensé que la vida de una persona que se trunca en la alborada de la madurez es lo más cruel que puede ocurrirle a alguien, es la tragedia más dolorosa, y la frustración más profunda acomete sin compasión a los seres queridos que rodean a esa persona; conmocionados por una sensación de desamparo, de rabia y desvalimiento: es como una rosa que comienza abrir todo su esplendor que esperas verla en su cenit, y entonces alguien la corta, o es pisoteada y destrozada, se hace un nudo en tu garganta y con impotencia concluyes que te ha sido hurtado el incipiente deleite de la visión de una belleza segura. Con furia maldices a la Muerte que se ha llevado de manera tan injusta a esa vida joven y prometedora, con desesperación y desolado, olvidando que tanto Élla como el nacimiento forman parte de la Vida. Como acertaba de pleno y con gran lirismo, la voz de aquel profundo y eterno verso de Jaime Gil:  "...e n vejecer, morir es el único argumento de la obra".  Desdichadamente, t

Se necesita toda una vida, para aprender a pintar

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SU PINTURA Fue la memoria sostenida por los años Lo que rasgó el velo de mi ignorancia. Impúdica y tenaz causa de persistentes daños Que golpean mi existir con singular virulencia. Preservaste tu belleza sin engaños Y volverte a amar fue singular experiencia; Nuestros corazones, libres ya de apaños, Fueron nutridos de pujante y renovada pasión. Me mostraste por tu natural, diáfano talento El sórdido terror a la indigencia espiritual: Tu inteligencia desplegó ante mí la verdad del Color. Mi vida huyó, arrancada al esperpento, De un fatuo vivir vacuo e insustancial.                   Qué sería de mi sueño sin el abrigo de tu calor. Extraído de la colección LA DESNUDEZ DE LOS ÁRBOLES RPI.- HU-32-07

Albañilería del siglo XI

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Aquí, el maestro de obras se olvidó del metro y la plomada.

Apuntalamiento

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¿Esta ventana fue apuntalada, de modo tan ingenioso, por su constructor medieval?

Historia de una almendrera

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Esta almendrera joven vive y seguirá viviendo, gracias a uno de esos pequeños grandes milagros que se obran diariamente en medio de la sordina de lo cotidiano. Hoy me apetece mostrar y contar la simple historia de ese árbol, que no tiene nada de extraordinario.  Luis, mi vecino en el campo, todos los años descosca su cosecha de almendras con la máquina allí en el camino y acostumbra a dejar los cascos en la espuenda junto al sembrado de ordio, y entre ellos, siempre suele queda algún fruto perdido. Hace unos tres años, o así, uno de ellos germinó y sacó un precioso brote, que el buen Luis límpió y cuidó con amoroso mimo. Ahora, aquel tierno brotecillo indefenso se ha transformado en este serio proyecto de vigoroso árbol para el futuro. Y a mi, que casi ni había reparado en su presencia hasta el otro día, verle tan lozano me hizo reflexionar y sonreir muy feliz en mi interior, aunque por encima de todo, me gustó el formidable aspecto invernal desnudo de su ropaje foliar, que tanto resal

Amanecer

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Amanecer en el valle del río Basa (Huesca)

El río de la vida

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JUEGO PELIGROSO Puedo aproximarme al irisado espacio De esa artificiosa energía, a veces, lúdica, Sin caos emocional alguno. Despacio, Puedo palpar esa falaz locura impúdica. Premura por lo sensual, enredado en el lacio Pelo de ese corcel impuro, cuyo galope indica La pauta del abismo, es el ardor. Mi silencio, Torpe y obstinado, insiste en la línea fatídica. Soporto el furioso ventisquero adictivo, Atenazado por la orgásmica heroína y el vino falso, Mientras mis días transcurren sin huella. Perplejo, desde mi gruta advierto lo objetivo Que contiene la mísera soledad: el amargo poso Donde la vida, en complejo enredo, se estrella. Extraído de mi colección LA DESNUDEZ DE LOS ÁRBOLES (1985-2007) RPI.- HU-32-07 Escribí este soneto en alguno de los escasos periodos de abstinencia que tuve, en medio de mis largos años de adicción a la heroína, la peligrosa "brown sugar" turca fumada en papel de plata, que capturaba mi vida de un modo miserable, haciendo de mi

Casa solariega

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Nunca había encontrado la manida denominación más apropiada que para este caserón de Orante (Huesca); fascinación y grato asombro en esta mañana decembrina de sol y nieve. A los canteros les importaba un pito la ortografía..., además, no les hacía falta.

Las Blancas Mañanas de Cartirana

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En estas mañanas invernales cubiertas por la persistente nieve, tu esperanza se aviva cuando atisbas cualquier rayo de sol batiendo el cobre por romper el ferreo envoltorio de compactas nubes que asola el ambiente. Por tímido y débil que pueda ser, confias ciegamente en su victoria, y en que derrame sin pérdida de tiempo la calidez aliviadora de su caricia. Muy pronto compruebas la evidencia de su impotencia, y es entonces cuando surge de tu corazón la temida desolación blanca.

Calle Platería de Barcelona

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DESPEDIDA Hay carne tuya en estos versos: La que me diste, y devoré cual Polifemo infame. Ni nosotros, ni nadie, debería consolarse así, Aunque estoy habituado a perder. Insisto, hay carne tuya En estos versos, que inicio Aburridamente sentado en una letrina. Extraído de LA DESNUDEZ DE LOS ÁRBOLES RPI.- HU-32-07 En esta entrañable calle de Barcelona, tantas veces transitada camino de Zeleste, pub músical de culto y centro de peregrinación para las hordas hippies de finales de los setenta, se gestaron las encontradas emociones que suscita el poema,... y también, mi admiración por la poesía de Leonard Cohen en aquel tiempo, claro.

Amanecer

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Nostalgia y sentido

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A MI MUJER Árboles desnudos en invierno Que alzan rotundos su elegancia sin freno Hacia el límpio azul del cielo, Mientras en el horizonte ondulantes colinas Perfilan su linea escueta. Bella, poderosa tintura invernal A la que tu etéreo espíritu impregna de sentido. Extraido de la colección LA DESNUDEZ DE LOS ARBOLES (1985-2006) RPI.- HU-32-07

Las metáforas en la narrativa de los USA

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Desde siempre me ha subyugado ese modo de construir las figuras retóricas que tienen los narradores estadounidenses, desde los tiempos de Mark Twain, Melville o Fenimore Cooper, hasta autores de un pasado reciente como Hemingway, Faulkner o Kerouac, brillantes narradores de nuestros días como Philip Roth o el mismo Richard Ford. Tanto que de contínuo, nunca dejan de asombrarme por su capacidad de explicitación y concisión, así como el rigor poético en su trabajada construcción, algunas veces, de imágenes sorprendentemente hermosas, otras pueden antojarse pedrestres, o banales, incluso cutres en ocasiones, pero jamás falta el elemento sorpresa, la perplejidad. Hay veces que estás leyendo en una novela cualquier descripción, o pasaje,... y plas!, el autor suelta algo que parece a simple vista una ordinariez vulgar a modo de metáfora, aunque te impacta y la retienes en tu mente, luego sigues pensando condescendientemente, en lo pata llana que pueden llegar a ser los gringos. Sin embargo,

Barcelona, 1908

Este excelente documento visual, utilizado para la presente entrada, está extraído del interesante blog "fotosdebarcelona.com".  (Ver video) Blog de fotosdebarcelona.com

Riff no sónico en memoria de Keith Richards

Hoy, en un suplemento semanal he visto en la portada al arrugado y manos deformes guitarrista de los Stones, Mr. Keith Richards, y claro, como fan incondicional del grupo desde los tiempos de Aftermath, me he lanzado a leer con avidez lo que contaba de nuevo el esnifacenizas éste. Y resulta que no cuenta nada nuevo (perdón sí, me he enterado por medio de su glosador de turno que cantó el Aleluya del Mesias de Haendel en el coro de Wetminster durante la coronación de Isabel II en 1953. Muy apropiadamente inglesa la anécdota, desde luego). Ya vale, ya está bien, muchos articulistas deberían comprender que las milongas patéticas y aburridas de rock stars vejestorios como Richards (el motivo del artículo era el 65 cumple del colega) a estas alturas sobran, hastían: esta muy claro que iban a enriquecerse con la rebeldía y punto; que sus "hazañas" de drogata millonitis dan simplemente risa, y cierta lástima. No tiene uno que esforzarse mucho para darse cuenta de que el cerebro de a